Guadalajara es un infierno.

Guadalajara es un infierno. Nos lo recuerda el sol que ampolla la piel a 40 grados. Nos lo recuerda cada hectárea de bosque incendiada. Nos lo recuerdan las madres que siguen buscando a sus hijos. Nos lo recuerdan los niños reclutados para la guerra. Nos lo recuerdan los streamings de asesinatos en vivo. Nos lo recuerda la tierra que escupe cadáveres. Guadalajara es un infierno, y no parece que el temporal de lluvias llegue pronto. La tierra arde a nuestros pies.