Carta a Viva

Tengo amigas escritoras / y sus tramas me despiertan

nuevas tramas que se asientan / en mis letras soñadoras.

Tengo amigas sabedoras / con las que tejo juntanzas

me remiendan la esperanza / y su luz encuentra eco

en todos los recovecos / de este camino que avanza.

Lucía Patiño


“Por ser exactamente lo que yo hubiera querido ser a su edad, inteligente, atrevida, lúdica y chambeadora”, fue tu dedicatoria cuando me obsequiaste tu libro. Creo que, en un acto reflejo, ese que sucede cuando nos espejeamos con las otras, te describiste a ti misma, no sólo en tu juventud, sino en el presente, porque así eres, Viva: inteligente, atrevida, lúdica y chambeadora.

¿Qué será aquello que a veces nos impide vernos a nosotras mismas? ¿Con los ojos de quién nos vemos? ¿Qué nos quitaron en el camino? Sea lo que sea, lo hemos recuperado en los universos que inventamos. ¿Por qué no ir tras nuestra verdad y quitarnos las capas de realidades absurdas que otros crearon para nosotras? Por eso estamos aquí en el camino inagotable de la escritura, nuestra ancla, el mundo que nos teje. Una palabra no nos define, somos todas las historias que creamos y crearemos. Podemos renacer cada día, en cada emoción o itinerario. 

La escritura no sólo nos ha dado una existencia digna de vivir, nos encuentra con otras. Recuerdo bien cuando nos conocimos: tu atención plena a escuchar y aprender, como si una red sin fronteras saliera de ti, decidida a atrapar todos los peces del mar para crear su propio océano. 

¿Qué vemos en las otras? Te veo —así como tu apodo o ¿seudónimo? — llena de vida. Viva: así es como te has resignificado. Negaste ser lo que esperaban de ti, te has reinventado, sólo tú sabes qué batallas has concluído. Y si me preguntaran cómo me quiero ver a los sesenta y tres años, también quiero verme como tú, no sólo inteligente, atrevida, lúdica y chambeadora, sino completa, sana, alegre, con mucho amor para dar y recibir, con ánimos de fiesta, comida y carcajadas, con ánimos de amigas y magia creadora.

Gracias por tu amistad, gracias por tu escritura, tu calidez y bondad. Te admiro y aprecio harto. Que este sea el inicio de una larga travesía.

Con cariño, Yuri.





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