Heavy Breathing

 


 

Esta es una pieza mixta (para saxofón alto y soporte fijo) en torno a una de las tantas violencias que padecen (principal, pero no únicamente) las mujeres a consecuencia de una sociedad misógina que toma a los cuerpos como algo desechable que puede ser usado de cualesquiera formas. 

Se trata de un proyecto que busca reflejar de manera artística la violencia sexual que padecen las personas, especialmente las mujeres e infancias; y que es muy alimentada por la industria pornográfica que cosifica y afecta las relaciones interpersonales, afectivas y sexo-afectivas, haciendo que muchas veces sean hasta imposibles de llevar a cabo por sujetos muy afectados por un consumo desmedido de dicha industria.

Una de dichas violencias de género proviene de la sociedad de consumo y la enorme industria de la pornografía, que cosifica a las mujeres desde edades muy tempranas (y por desgracia el género femenino no es el único que se ve afectado por este tipo de cinematografía). 

Esta industria violenta principalmente (pero no sólo) a las mujeres de manera directa e indirecta, creando una idea falsa de sus deseos, afectos, cuerpos y reacciones: desde las actrices para adultos, hasta las personas que son raptadas para perpetrar la producción de estas cintas, hasta las parejas y personas que tienen adicción a este contenido y esperan que su pareja o su propio cuerpo reaccione de una manera prediseñada impidiendo así, ser dueños de su propia subjetividad e impidiendo el intercambio afectivo sano consigo mismo y con el otro.

La pornografía lamentablemente es uno de los  primeros medios de acceso a una referencia sexual entre la población infantil y adolescente de México, lo cual de alguna manera determina la cosificación sexual y nos habla también de la carencia de educación sexual de dichas poblaciones tanto en las instituciones educativas y en el núcleo familiar.

Existen diversos textos, testimonios, entrevistas y estudios que revelan el daño provocado por tal consumo y que afecta al cerebro neurológicamente al mismo grado que cualquier otra adicción en términos de neurotransmisores y conductas. Basta simplemente con hacer una búsqueda breve en los motores de búsqueda más famosos.

En conclusión, la pornografía puede influenciar las relaciones interpersonales y los afectos de sus consumidores/as. Algunas de las cifras de consumo las podemos ver gracias a https://www.pornhub.com/insights/2022-year-in-review#categories Esto rebela nuevamente la cosificación en categorías como si se tratara de objetos a seleccionar en un catálogo y no de personas.

P. D.: Este texto no pretende condenar ni juzgar a nadie, simplemente crear consciencia y reflexión sobre las implicaciones que pueden tener nuestros consumos en la red.


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