El texto contiene SPOILERS No tenía idea qué iba a ver. El comando de policía llegando a la casa a muy temprana hora me hizo creer que iban a arrestar al Chapo . Ver la carita pecosa de un niño de trece a punto de ser arrestado no ayudó mucho, tampoco que mojara sus pantalones por miedo. Pero la serie no es policíaca, la culpabilidad del niño se revela brutalmente desde el capítulo uno, y una, con una niña de trece durmiendo desde hace un rato sobre sus piernas, siente el corazón encogido y la urgencia de ver hasta el final. Esto no tiene intención de ir en orden, ni tampoco de ponerme en plan experta o sermoneadora, solo va de lo que me hizo pensar y sentir. El capítulo tres, el de la cita con la psicóloga me sacudió particularmente. Agradecí mucho que como psicoanalista todos los analizantes llegan por su propia voluntad, que no estoy sujeta a un tiempo tan corto para trabajar con alguien, y no tengo la presión de “sacarle a nadie la verdad”. (En fin, agradecí que el psicoanális...
Toda una vida a tu lado. Eres mi compañía, la más íntima. Me cuesta desnudarme y hablar de ti, no es fácil describir nuestro vínculo. Hasta en mis momentos de absoluta soledad te encuentras. Me estremece tu aroma sonoro, tu paisaje que me envuelve en placer y aísla del mundo banal. Pocas personas saben de mi amor por ti, pues eres invisible. Cualquiera podría tacharme de loca y tendría razón. No puedo tocarte, pero escucho tu profundidad, entras a mi hondura y juntas florecemos. Eres fantasma permanente, te apareces en mi cama, en la cocina, en el auto, en la regadera y te quedas. Tú sí que me tocas. Con tu onírica anatomía, con tus manos de humo, la vida vale la pena a pesar de los desahucios. En mi adolescencia, me construí para tejer tus hilos sensibles, cantar nuestros sueños. Gocé de tocarte, moldearte, penetrarte, llenarnos de la otra. Transcurría una época difícil, mi familia, controladora, desconfiaba de ti y yo desconfié de mí. Quise ser como tú, apropiarme de tu cuerpo. ...
Enterrada No tenía miedo a las hormigas hasta que mi madre dijo que si llegaban a tu casa era porque estaba presente la tristeza. Recuerdo estar en su patio, tendría alrededor de 6 o 7 años. Mientras jugaba a poner y quitar diminutas migajitas a una comunidad de hormigas que rodeaban mi pie enfundado en una chancla de plástico quemante. El ambiente era demasiado caluroso; iba a llover. Dicen que las hormigas anuncian también las lluvias. Me gustaban las hormigas, siempre las respeté y de alguna manera las cuidaba, compartiéndoles un caramelo mal cerrado. Ella, mi madre, se acercó y con tal seguridad dijo: las hormigas representaban la tristeza . Su rostro mostraba un dejo de burla y espera, esperaba alguna ...
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